
¿El silencio? La caricia del silencio estrujando mi pecho. Ese dolor prolongado que arde, tortura antes de respirar el último aliento. Gracias por la verdad efusiva que llega por experiencia y no por el grito de la voz.
Que miedo siento al escribirte, lector, amigo; porque presiento que no habrá respuesta. Qué terror ver mis letras olvidadas en esta bandeja de entrada o peor aún en elementos eliminados.
Ya no sé qué más agregar a este mensaje sin razón, sin respuesta, este mensaje que en definitiva carga dolor en los ojos.