martes, 12 de febrero de 2008

Trazo vouyerista 1

¿Qué clase de amor pueden sentir dos estatuas cagadas por la misma paloma? Tienen marcas, indicios del excremento seco en sus pieles antes intactas de malicia. Ahora que están liberadas y a punto de caer al precipicio de las sábanas, reconocen haber sido señuelos de aquella ave de rapiña. Ahora, la dejaron ahogarse en el vómito que provoca el vaivén de los planetas.

Desde este tabique me solivianto contra sus leyes, quiero participar en su juego. Las encuentro en el sendero de la concupiscencia: la aliada cuando los charcos oceánicos alejan la felicidad.

¿Recuerdo el gemido del grito? ¿La timidez del grito? ¿La risa? ¿El nervio ciático, la agonía de amantes? Sí, pero más recuerdo los labios del sur que gritaron: ¡arráncame las piernas que se abran de par en par, ahora que el mundo se desmorona allá afuera! Y así fue, los sexos se inundaron de una extraña mezcla de sal y miel con pimienta...

Cuerpos corruptos, superiores, solos, maltratados... El vértigo se equivocó de palestra. En el campo de batalla a punto del orgasmo, y yo sin nada que sentir, sin dedos para hacer la señal de silencio... las paredes vibraron y caí sin remedio a la duela, no pude ver cómo se fundieron en el beso, porque la figura en mi ojo, quedó tuerto a fuerza de vidrio enterrado en hoja de piel.

1 comentario:

  1. Hay mucho que leer en este fotolog, me tomará tiempo hacerlo, pero me agrada lo que dices y como lo haces.

    espero que estes bien, tiempo sin vernos pero por aqui andamos.

    cuidate y nos vemos pronto.

    Doralí

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Armario de los placeres

Receptáculo de recuerdos, concepciones y sospechas.

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